David Cabo, activista, cofundador i director de la Fundació Civio

Com està sent la gestió informativa de la pandèmia? És transparent? I s’està aprofitant tot el potencial que ofereixen les dades? En aquesta nova entrevista del cicle ‘Reflexions de Futur’ abordem la transparència informativa i l’obertura de dades amb David Cabo, cofundador i director de la Fundació Ciutadana Civio, que es mostra molt crític amb la gestió del coronavirus. “Hi ha confusió a l’hora demanar l’ingrés mínim vital, el bo social o saber quines ajudes existeixen en relació amb la Covid-19. La ciutadania està vivint una sensació de col·lapse de l’administració” assegura Cabo. L’activista defensa que, des de la societat civil, cal “pressionar” per ampliar els límits de les lleis de transparència.

"Para la ciudadanía resulta complicado saber cuántas ayudas existen en relación al Covid. Se está viviendo una sensación de colapso de la administración"

David Cabo
Activista, cofundador i director de la Fundació Civio

Transcripció

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Entrevista David Cabo
Activista, cofundador i director de la Fundació Ciutadana Civio

Anna M. – Taula Tercer Sector (A): La pandemia ha puesto una vez más en evidencia a las administraciones y a su falta de transparencia en relación con los datos traspasados a los ciudadanos. La incertidumbre que esto ha provocado y provoca entre la población se hace más evidente cada día y nos genera a todos una gran inseguridad y falta de confianza. La información sanitaria, la información sobre el impacto socioeconómico y los datos sobre las actuaciones de las entidades sociales a lo largo de este último año son algunos de los ejemplos que nos indican este fallo del sistema. Para abordar esta cuestión hoy hemos invitado a David Cabo a participar en nuestro ciclo Relflexions de futur. David es activista, fundador y director de la fundación ciudadana Civio, desde la cual promueven una ciudadanía activa mediante la transparencia informativa y la apertura de datos. Buenos días David y muchas gracias por aceptar nuestra invitación.

David Cabo (D): Buenos días, y gracias a vosotros.

A: David, en relación a la pandemia ¿qué visión tienes desde Civios de la transparencia y la veracidad de la información que el Estado nos ha facilitado a la ciudadanía?

D: En general, nosotros hemos sido bastante críticos con la mala gestión que se ha hecho de toda la información de la pandemia. Es verdad que, como luego hablaremos, nuestro papel no ha sido tanto criticar, porque nos parecía que en una situación de pandemia donde está todo el mundo desbordado no era lo más urgente, pero pensando de cara al futuro y ahora que las cosas empiezan a estar un poco más tranquilas, pensamos que la información se ha gestionado bastante mal. Lo que es la información proactiva que se publica desde la administración pública, por ejemplo, para los periodistas o la ciudadanía, ha sido bastante caótica, básicamente. El Ministerio de Sanidad no ha sabido recopilar la información de las comunidades autónomas con cosas tan básicas como el número de tests que se estaban haciendo, ha habido una confusión enorme sobre como se estaban midiendo los casos en las diferentes comunidades… Si bien al principio se entendía que los dos primeros meses hubiera un caos absoluto, ha pasado un año y sigue habiendo cosas que el Ministerio no está haciendo y al final muchos de los huecos que había, como por ejemplo la información de los tests, la daba el Presidente en ciertas ruedas de prensa, pero no había datos oficiales hasta que luego se empezaron a publicar, pero durante un tiempo nosotros cubríamos el hueco pidiendo los datos a las comunidades autónomas y los publicábamos, cuando era algo que lo podía haber hecho el Ministerio. Luego ha habido otros ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil que han tenido que recopilar esta información, por ejemplo, de casos y cruzando las líneas temporales, poniéndolo todo junto… Es un trabajo que creemos que tendría que haber hecho el Ministerio, la información se ha presentado siempre muy mal, en pdfs o en formatos complicados, con cosas que no se entendían y, si bien se podría justificar que era por falta de recursos o por la emergencia, después de unos meses esto tendría que haber mejorado. Y otro problema es que ni siquiera se ha apoyado o se ha animado o comunicado con gente que estaba haciendo este trabajo. Quiero decir, si el Ministerio no podía hacerlo, podía haber dicho: yo no puedo recopilar esta información pero aquí hay gente que lo hace, es decir, nos hemos enfrentado a la actitud tradicional de la Administración General del Estado, que siempre es dar la espalda, no hablar con nadie y es un poco de “búscate la vida”, e incluso cuando haces cosas que ellos deberían hacer y que van en la dirección de ayudar, no recibes ningún apoyo, pero bueno, es lo tradicional. Y es una pena porque había muchísima gente queriendo ayudar y trabajar en esta línea. Y todo esto es solo la información proactiva que se va publicando regularmente, luego la otra parte que nosotros también trabajamos mucho es la parte de las solicitudes de información, es decir, información a partir de preguntas que nosotros hacemos, usando la ley de transparencia, y lo primera que pasó es que se canceló todo el proceso de solicitudes de información, se dijo que no se podía a causa de la emergencia, había comunidades autónomas que sí que siguieron respondiendo pero la Administración General del Estado paró todo el proceso y luego incluso cuando ha vuelto, nos hemos vuelto a enfrentar con los problema habituales de obstáculos; un ejemplo sería el tema de quien estaba en los comités de expertos que firman los informes de cambios de fase y nosotros y otra gente lo hemos pedido, son meses y meses pidiendo una información que no debería ser tan relevante; respecto a la información de contratación, es un poco lo de siempre, que llega con meses de retraso. Hemos pedido información de algunos contratos, como por ejemplo el expediente de contratación de la aplicación esta de Radar Covid para el móvil, pedimos información, llevamos meses esperando y nos dicen que nos lo pueden dar… O sea, no es que sea una situación nueva, porque es un poco nuestro día a día: luchar con esto y enfrentarnos contra el muro de los ministerios, pero lo triste es que en una situación de emergencia, donde todo el mundo quería apoyar, y donde la confianza es particularmente importante por parte de los ciudadanos, no se ha hecho un esfuerzo en este sentido, solo se ha dicho que somos los mejores del mundo y que somos supertransparentes porque estamos haciendo mil ruedas de prensa. Pero si te fijas en las preguntas y las respuestas de las ruedas de prensa, es un poco un diálogo de besugos donde los periodistas preguntan y se responde siempre lo que ellos quieren. En este sentido somos muy críticos sobre la gestión de la información y la transparencia. Con excepciones, debo decir, para no ser super cenizo, a nivel autonómico, según lo que nosotros conocemos, como en Castilla-León y Aragón, que han hecho muchos esfuerzos. Se ha destacado desde muchos sitios la web que tienen en Castilla-León con todo tipo de información: desde la ocupación de los hospitales, casos, vacunas…, este es un buen ejemplo de administración que se lo ha tomado muy en serio y también un poco gracias al esfuerzo personal de los funcionarios que llevan esto, al final dependemos mucho de la buena voluntad de la gente concreta que lleva estas áreas porque institucionalmente sigue siendo todo un poco débil, y así estamos.

A: ¿Consideras que hay libre acceso a los datos de los efectos causados y al impacto socioeconómico de la pandemia, tanto a nivel nacional como mundial?

D: A nivel mundial no lo sé, porque no lo hemos trabajado, pero a nivel nacional, por un lado están las ayudas…, una de las cosas que nosotros hemos hecho mucho a lo largo de la crisis es intentar que todas las medidas que se han implantado para ayudar a la gente con el tema del virus, que fueran realmente efectivas, que llegaran a la gente que lo necesita porque sino es como si no lo haces, entonces hemos estado muy pendientes de las ayudas y lo que nos hemos encontrado es muchísima confusión y muchos problemas a la hora de pedir el ingreso mínimo vital, el bono social, las ayudas del paro…, es muy difícil saber, por ejemplo, como de bien están funcionando estas medidas. Esto es algo que ya nos pasaba con el bono social: hace dos o tres años empezamos a trabajar el tema del bono social, los descuentos en la electricidad a gente vulnerable, y hay muchísimos problemas para conseguir información sobre cuánta gente lo ha pedido, si hay retrasos en el proceso, porqué se rechaza a la gente, etc. Con las ayudas de la covid nos encontramos un poco con lo mismo, hay muchas ayudas, es muy complicado saber todas las que hay, nosotros hemos hecho una guía para intentar ayudar a la gente a saber cuáles le aplican, pero es muy complicado. Existe un poco la sensación de colapso general de la administración. Obviamente todo esto va a tener un impacto enorme en los presupuestos generales del estado, que es un tema que nosotros venimos siguiendo desde hace tiempo. En el caso de los presupuestos, nos enfrentamos a un problema crónico, se habla mucho de los presupuestos y se publican con mucho detalle, pero la ejecución mensual no se publica al mismo nivel de detalle, se publica de forma distinta y no se puede cruzar, es una cosa que llevamos muchos años pidiendo, y al final la historia es que ahora mismo, no se si alguien lo sabe, pero creo que es muy difícil saber el impacto que están teniendo y que van a tener durante los próximos años, todas las medidas que se han tomado, o el impacto económico en el sector privado, el impacto de todo esto en los presupuestos y en su ejecución en ingresos y gastos ahora mismo es muy difícil de saber. En general creo que vamos un poco a ciegas.

A: Y como experto en análisis de datos y en relación con el Tercer Sector Social, ¿qué papel puede y debe desarrollar el Tercer Sector para luego lograr una transparencia real y eficaz en las instituciones?

D: Lo que yo puedo contar es nuestro caso particular y como nos ha impactado esto y el papel que intentamos jugar. Tradicionalmente CIVIO es una organización un poco rara porque hacemos, por un lado, periodismo de investigación y, por la otra, activismo, pero la parte de nuestro periodismo suele ser, o intenta ser, bastante crítica con las administraciones, nuestro trabajo tradicionalmente es señalar con el dedo cosas que están mal, como por ejemplo si se abusa de los indultos o si la contratación pública no funciona bien porque se hacen chanchullos, es decir, el tipo de trabajo suele ser muy crítico, nuestra labor para mejorar la transparencia es, a través de estas investigaciones destapar problemas y a partir de estos problemas proponer mejoras o cambios en las leyes, mejorar la ley de transparencia, la ley de contratos, etc., esta es nuestra labor tradicional y el papel que jugamos como sociedad civil, presionando siempre para ampliar los límites de las leyes de transparencias y los procesos, para asegurarnos de que todo funciona bien. O por ejemplo también lo que hacemos es litigación estratégica, llevamos al Gobierno a los tribunales cuando no nos quiere dar información, hemos ganado un par de casos en el Supremo. Pero en el caso del año de la pandemia, hemos cambiado un poco el foco, porque nos parecía que lo más urgente era intentar salir todos del agujero, y nuestro contenido y nuestras acciones han ido más en la línea del servicio público, no tanto de criticar, aunque somos críticos cuando nos preguntan, pero nuestro foco ha estado más en ayudar a que todas estas ayudas fueran efectivas y llegaran a la gente, porque ha habido mucha confusión, muchos cambios en todas las leyes. De modo que lo que hemos hecho es una guía con todas las ayudas , que se va actualizando regularmente, porque constantemente cambia la situación, y por otro lado, por ejemplo, un asistente, en la web, que poniendo tus datos y tu situación, te va indicando si tienes derecho a pedir el ingreso mínimo vital, etc. Y lo que nos encontramos es muchísima confusión, mucha gente que nos pregunta porque no sabe qué hacer y nuestro papel ahí es un poco guiar a la gente a conocer lo que hay, a acercar la información para que se sepa qué hacer. Hace un par de años lo hicimos también con el bono social, ayudamos a la gente a completar los formularios, porque nos hemos encontrado que muchas veces, estas ayudas que se hacen sobre el papel están muy bien pero luego en la práctica son unos obstáculos enormes, porque van dirigidas a gente vulnerable que igual tiene problemas de acceso a internet, o tiene un nivel educativo bajo o hay mucha gente inmigrante, muchos de ellos necesitan ayuda para estos procesos, que son procesos complicados. Yo soy ingeniero informático y me pego con los certificados electrónicos y los formularios de las webs oficiales, y es todo un drama. Ahí nuestro papel no es tanto la transparencia dirigida a la crítica, que también la hacemos, sino una transparencia en el sentido de que la gente sepa lo que está pasando, explicamos el día a día del BOE para que la gente sepa como actuar o como gestionar esta información que le llega, como procesarlo. Se trata de una transparencia más aplicada, o efectiva, en el sentido de que no se trate solo de decir: “se ha aprobado una ayuda” sino: “se ha aprobado y esto es lo que tienes que hacer para pedirla”, se trata de aplicar esta información para que sea efectiva.

A: Muchas gracias, David, está claro que hay un papel muy claro de denuncia, por parte de las entidades y de la ciudadanía, para conseguir llegar a ese estado de transparencia y de confianza. Gracias, David, por compartir tus reflexiones y aportaciones a como las entidades podemos aportar nuestro granito de arena e incrementar este nivel de confianza que el estado nos debe a nosotros, está claro. Muchísimas gracias y hasta pronto.

D: Gracias a vosotros.